La ingeniería entre la historia y el futuro
Resumen
Mis alumnos me preguntan a menudo: "Dígame, profesora, ¿para qué sirve la historia de la ingeniería civil?", retomando la pregunta que abre el famoso libro de Marc Bloch "El oficio de historiador". Desde hace algún tiempo, respondo a su provocación (enseño historia de la ingeniería civil) contando 3 pequeñas historias: las de tres ingenieros que vivieron en el siglo XIX, en el siglo XX y en el primer siglo del nuevo milenio.
La primera es la historia de Charles, nacido en 1810 en Francia y licenciado por la École Polytechnique. Charles relata en primera persona todas las transformaciones que presenció en el mundo de la ingeniería estructural en el siglo XIX: los materiales, las técnicas de construcción y la teoría del cálculo evolucionaron tan rápidamente que pasamos del puente de arco de Coalbrookdale, de hierro fundido y 40 metros de luz, al puente Firth of Forth, de cerchas Gerber y 500 metros de luz.
La historia de Giulio, nacido en 1900 en Roma y licenciado en ingeniería, es similar. También nos habla de los numerosos cambios técnicos relacionados con el hormigón armado en Italia y en todo el mundo, inmersos en la historia política y social del siglo XX. En particular, relata cómo una gran dificultad, como la propaganda autárquica fascista, desencadenó los experimentos más interesantes de la Italia de posguerra. En particular, recuerda cómo el hormigón armado, recién nacido a principios del siglo XX, experimentó dos mutaciones genéticas en pocas décadas: las bóvedas delgadas y el pretensado, tan útil durante la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial.
Neo Jane, nacida en Botsuana en 2000, cuenta la última historia. Predice la historia de las estructuras en el siglo XXI. En concreto, cómo cambió todo en sus años universitarios, tras la pandemia del covid-19. Y cómo los nuevos materiales de tierras raras aplicados en puentes, los nuevos paradigmas del transporte y las nuevas teorías han provocado transformaciones muy rápidas en las estructuras.
Las tres historias ficticias deberían servir para aclarar a mis alumnos qué sentido tiene estudiar e investigar la historia en ingeniería estructural.
